Se cuenta de una senora, que sintiendose hostigada por los duendes, decidio abandonar su casa sita en Monimbo y trasladarse a otra en el barrio San Jeronimo. Contrato algunos mozos y mando con ellos su cama, su cofre , su tinajon etc. etc. y espero la nochecita para irse ella con su motete de ropa y algunas pertenencia livianas. Se encamino la buena senora para la otra casa. y no habia olvidado su bacinilla..y entonces exclamo:
"Ay, Dios mio, olvide mi bacinilla; tendre que volverme..!
-Aqui la llevo yo..contesto una vocesita..
En efecto, un muchachito de cotoncito rojo iba a la par de ella, con la bacinica en la mano.

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